Te animás a usar este modelito

lunes, 7 de julio de 2008

Insultá tranquila














Estás cansada de que los hombres te jodan...dejale tu mensaje a uno o a todos.


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miércoles, 6 de febrero de 2008

Puntos erógenos



Leemos en la prensa española que a los conocidos puntos G y U se suma una nueva zona de máxima excitación. Los sexólogos sostienen que se logra "una rápida y prolongada lubricación y múltiples orgasmos":
el punto A o punto AFE (Anterior Fornix Erotic Zone) que se descubrió hace 10 años durante una experimentación por parte de científicos asiáticos sobre la sequedad vaginal.
El primero en avanzar con estudios médicos, fue el alemán Ernest Gräfenberg, que descubrió en la pared anterior o superior de la vagina, lo que denominó punto G.
Luego el antropólogo inglés Desmond Morris, sorprendió al mundo señalando que además de los dos puntos erógenos llamado G y U (éste último ubicado en el exterior de los genitales), se añadía el A, el segundo dentro de la vagina.
Si bien el punto A o punto AFE (Anterior Fornix Erotic Zone) se descubrió hace 10 años durante una experimentación por parte de científicos asiáticos sobre la sequedad vaginal, y ahora comienza a sonar en el mundo de la sexología.
El estudio asiáticos afirmaba que el 95% de las mujeres se excitaban al estimularles esa zona y que incluso varias de estas pacientes llegaron a obtener su primer orgasmo o el más intenso, cuando exploraron el punto A.
Estudios realizados posteriormente dieron como resultado que sobre 193 mujeres, la estimulación del punto A, les causó a 182 de ellas un placer muy intenso.
"Estaría ubicado en la misma pared vaginal pero más atrás, a medio camino entre el Punto G y el cuello de la vagina. De acuerdo con un grupo de investigadores la estimulación del punto A produciría: mayor, más rápida y prolongada lubricación; mayor excitación, y múltiples orgasmos" dice la licenciada Diana Resnicoff, en una nota publicada en el diario Hoy y recoge Infoabe.
Finalmente el abecedario del placer femenino encontró el casi inaccesible Punto K. Descubierto por la americana Barbara Keesling en 1998 y quedaría en la zona final de la vagina, casi llegando al cuello del útero.
Vía: Noticiascadadía
La Lesby

viernes, 25 de enero de 2008

Mujeres sin profesión



Virginia Woolf, George Elliot, Jane Austen, las Brönte... Son mis diosas, leo de ellas buscando aprender su capacidad escritora y su capacidad física y mental con la que tiraron hacia delante sus proyectos literarios pese a todos los obstáculos.
Bien es cierto que alguna de ellas, como Jane Austen e incluso Virginia Woolf, a pesar de su enfermedad, fueron unas privilegiadas para su época. Es duro pensar que hubo un período en el que las mujeres tenían que utilizar seudónimos masculinos para poder publicar sus escritos o para que se las tomara en serio y poder vender sus novelas por capítulos a los periódicos, con gran éxito, por cierto. ¿Acaso tuvieron Cervantes o Shakespeare o Dickens que utilizar seudónimos femeninos para poder publicar o para poder recibir los elogios de sus obras?
Esto nos llevaría al caso de las pintoras impresionistas como: Marie Bracquemond, Mary Cassatt, Eva Gonzalès, Berthe Morisot, entre otras. Ellas no podían salirse de los bodegones y escenas que sucedieran en su entorno femenino, no podían ir al Louvre si no iban acompañadas por hombres, no podían pintar sobre desnudos masculinos al natural, recibían el rechazo de sus propios maridos... Y, sin embargo, la mayoría eran unas privilegiadas para su época, ya que debido a su estatus social, bien adquirido por familia o por matrimonio, podían dedicarse a pintar como 'entretenimiento'. Por 'entretenimiento' debían pintar también contemporáneos como Manet, Degas, Renoir o Pissarro, que llegaron incluso a reconocerlas, pero más tarde, su recuerdo se diluyó en el tiempo.
¿Hemos de ser las mujeres privilegiadas para poder irrumpir en el mundo? ¿Hemos de poseer un estatus para poder reivindicar nuestros derechos? Tal vez es que nunca hemos antepuesto nuestra vocación a nuestra familia, a nuestros deberes como mujeres. Y eso nos ha perdido, nos ha diluido en el tiempo. Esto me lleva a otra cuestión: ¿ha de ser el artista egoísta por naturaleza para poder exponer su obra y triunfar? ¿Hemos de ser las mujeres tan ególatras como para abandonar nuestra vida cotidiana y dedicarnos exclusivamente a nuestros sueños? ¿Ha de importarnos todo un carajo excepto nuestra propia obra? ¿Por qué a la mujer no se le perdona abandonar a la familia o a un marido meramente dedicado a la investigación o al arte? ¿Dónde está ese hombre que aparta los niños de la puerta del estudio de la madre mientras ella consagra su tiempo completamente al arte o a su vocación?
Hoy por hoy, la mayoría de las mujeres nacidas en el “1er mundo” somos unas privilegiadas. Tenemos “…quinientas libras al año y una habitación con pestillo en la puerta para poder escribir novelas o poemas.” (Una habitación propia, Virginia Woolf). No hemos de olvidar a aquellas que lucharon por que nosotras pudiéramos seguir en la senda que ellas abrieron. Sería de ingratas y mal nacidas.
“Berthe Morisot, murió de neumonía en París, a los 54 años, una mañana del 2 de marzo de 1896, heredando sus 700 pinturas a sus amigos Degas, Monet y Renoir. Aunque ya gozaba de reconocimiento internacional como artista, su médico anotó en el certificado de defunción: 'sin profesión'.
http://www.escaner.cl/escaner42/reportaje.html
La Lesby
Obra: "Mujer de blanco" por Marie Bracquemond